lunes, 10 de marzo de 2014

Representantes lejanos



Recientemente, la presidenta regional Dolores Cospedal trajo a la princesa Leticia de visita a Albacete. Entre otros lugares, se acercaron a la Universidad Laboral. Resultaba intrigante preguntarse: Qué hace la presidenta de Castilla-La Mancha con la nuera de los Reyes de España? ¿Qué hacen precisamente en Albacete? ¿Qué hacen visitando un centro educativo de una de las autonomías que más recortes han sufrido en la Educación Pública, hasta el punto de que prácticamente ha quedado devastada?
Los medios informativos dijeron que se trataba de una reunión de trabajo sobre la Formación Profesional dual. La educación profesional dual es uno de esos inventos que quieren aparentar más de lo que son. Básicamente, que mientras uno trabaja en una empresa, puede sacarse un título académico. Ahora que casi nadie trabaja porque no hay trabajo. ¿Y además, Cospedal y la princesa qué atribuciones tienen en la educación en general y en la Formación Profesional en concreto?
El caso es que, por si alguien quería indagar más, ya se encargaron las dos damas de mantener una distancia sideral con los ciudadanos. Las dependencias de la Universidad Laboral que no formaban parte de la visita fueron desalojadas. En algunos lugares se dieron instrucciones de que el personal no se acercase a saludar. Los descontentos que vinieron con pancartas a abuchear a la Cospedal fueron retenidos a un kilómetro de distancia, detrás de vallas y policía y guardaespaldas, como si estuviéramos en el Líbano o Siria y hubiera peligro de atentado en coche bomba.
Ambas damas parecen haber olvidado que son personajes públicos y que se deben a la ciudadanía. Una porque está ahí porque fue elegida en las urnas. Es decir, es una ciudadana más, en labores ejecutivas durante cuatro años. La otra porque forma parte de una institución, la casa Real, que emana igualmente del pueblo. Las dos cobran del pueblo. Y sin embargo, se comportaron como dos cortesanas inaccesibles, que taconeaban sobre una nube elevada sobre Albacete, sobre Toledo, sobre el planeta Tierra. En Ávalon o en el Olimpo, lejos de los mortales a quienes en teoría representan.