A lo mejor, de verlo cada día,
empezó a parecernos normal y hemos dejado de verlo. Por eso conviene
recordarlo. Vivimos en un país que tiene siete millones de parados, entre los
que se apuntan al Inem, los que han desistido ya de apuntarse y los que están
subocupados, es decir que no ganan lo suficiente para vivir.