martes, 13 de mayo de 2014

Hay vida más allá del bipartidismo

Estamos ya en campaña electoral para las elecciones del domingo 25 de mayo. Solo faltan dos semanas para que se abran las urnas. Y cualquiera lo diría. En esta campaña de baja intensidad, hay apariencias que pueden engañarnos.
Primero parece que no nos jugamos nada. Mentira. Cada vez más dependemos de las ordenanzas europeas, que deciden en cosas tan trascendentales como si nos apretamos más el cinturón o nos lo dejamos de apretar.
Segundo, parece que solo tendremos que decidir entre dos partidos. Solo hay dos candidatos que salen en todos los medios. De los demás se habla poco, como de pasada, se habla mal o directamente no se habla. La realidad, que a algunos puede sorprenderles mucho, es que el día 25, cuando recojamos las papeletas, veremos que tenemos que elegir entre 39 candidaturas. Que se dice pronto. 39.
Algunos de esos 39 partidos, están coordinados con otros partidos europeos, de tal manera que el candidato que figura en la lista europea, en caso de recibir la mayoría de votos, no va a ser el candidato de ese partido a la Presidencia de la Comisión Europea.
Por ejemplo, los votos de PP y del Vox respaldan a Jean Claude Juncker, un luxemburgués que lleva ocho años presidiendo el eurogrupo. El eurogrupo es extraoficialmente el ministerio de economía de la eurozona. Osea, que Juncker, el candidato del PP, lleva ocho años presidiendo las políticas que nos tienen hasta el cuello.
Los votos del PSOE apoyan la candidatura de Martin Schulz, un alemán, el actual presidente del Parlamento europeo, por cierto no solo gracias a los votos socialistas, sino gracias también a los votos Populares. Sí los del PP de Europa.
Las candidaturas de Izquierda Plural y de Podemos respaldarían al griego Alixis Tsipras, líder de Syriza, el partido de la izquierda griega, crecido a raíz de la crisis económica del país heleno.
Los Partidos Nacionalistas y Ciudatans promueven a Guy Verhofstadt, un belga de la parte flamenca, defensor de la dictadura de los mercados.
Primavera Europea, los Verdes y Lésquerra están detrás de dos candidatos: la jovencísima alemana Ska Kener y el francés José Bové.
Lo mismo pasa con la Confederación Piratas, que promueve a la presidencia a los suecos Ameia Andersdotter y Peter Sunde.
El resto de los 39 partidos que aparecerán en nuestra papeleta de voto no aspiran a la presidencia de la Comisión Europea. No se han agrupado con ningún otro partido europeo. ¿Qué pasaría si alguno sale elegido? Que se encontraría trabajando como no adscrito en la Comisión, por su cuenta. Llama la atención que ese grupo esté la UPYD.
Lo que está claro es que ningún escaño se va a quedar sin ocupar. El que no vote, consiente que la mayoría elegida ocupe más escaños. Y ya se está viendo que, si se confirma que muchos van a abstenerse en España, el PP puede ganar con solo el 13% de los votos. Con la décima parte. Uno de cada diez.
Hemos escuchado y sabemos lo que dicen los dos partidos mayoritarios. Pero sobre todo, también sabemos y estamos sufriendo lo que hacen. Tanto Juncker como Shulz llevan años gobernando Europa. Creo que es hora de que probemos con otros. El día 25, está en nuestras manos que haya vida más allá del bipartidismo.