En este mundo en el que todo tiende a la uniformidad,
desde las modas hasta el modo de pensar, tenemos que explotar lo que nos hace
diferentes. Esta semana he recordado un comentario del poeta Antonio Gamoneda
cuando lo sacamos a pasear por Chinchilla una noche. Dijo: me impresiona esa
diferencia de alturas, de planos, de perspectivas, que ofrece la ciudad al que
la mira.