Hace un par de semanas Acción Chinchilla repartió un
folleto fotocopiado con el ánimo de darse a conocer entre la ciudadanía.
Explica quiénes son, cómo conectarse con su web y nos felicita las navidades.
Pero, también, nos muestra su talante. Todo lo anterior me parece legítimo. El
que muestre sus intenciones políticas también. Lo que a mí me preocupa es el
modo en que lo han hecho.
Artículos de reflexión sobre política local, muchos aplicados a Chinchilla. Algunos se emitieron en Radio Chinchilla, entre 2014 y 1015
martes, 16 de diciembre de 2014
lunes, 8 de diciembre de 2014
lunes, 1 de diciembre de 2014
La sombra de la duda
Llevamos varias semanas observando
cómo los medios de comunicación se afanan en desacreditar a Podemos.
Y no porque los responsables
nacionales de Podemos lo estén haciendo peor que antes, sino porque a los
dueños de los medios de comunicación nacionales, que en España son todo menos
independientes, no les interesa que gane Podemos.
lunes, 24 de noviembre de 2014
Populismo
Dime de lo que me acusas y te diré
de lo que te avergüenzas. Ves la paja en el ojo ajeno y no ves la viga en el
propio. Son proverbios, es decir píldoras de sabiduría popular, que siguen
funcionando. Para entendernos, últimamente, oímos mucho a los políticos acusar
a los demás partidos, a los que no son el suyo propio, de populistas.
lunes, 17 de noviembre de 2014
La marca España
A lo mejor, de verlo cada día,
empezó a parecernos normal y hemos dejado de verlo. Por eso conviene
recordarlo. Vivimos en un país que tiene siete millones de parados, entre los
que se apuntan al Inem, los que han desistido ya de apuntarse y los que están
subocupados, es decir que no ganan lo suficiente para vivir.
lunes, 10 de noviembre de 2014
En busca de la verdad perdida
Una empresa holandesa se dedica a
vender noticias a los medios de comunicación y le va bien. ¿Cómo es posible que
en los tiempos que corren alguien pague por las noticias? Y que ese alguien
sean precisamente medios de comunicación de prestigio.
Es un síntoma de lo que nos está
pasando. Estamos saturados de información. Radios, televisiones y periódicos,
pero sobre todo redes sociales, distribuyen una catarata de noticias que se
renuevan en cada minuto.
Esto presenta varios problemas: un
problema de comprobación. Es imposible saber hasta qué punto son ciertas las
noticias que nos llegan. A veces las damos por ciertas porque nos fiamos de las
fuentes. Otras, simplemente porque queremos que sean ciertas. O porque no
tenemos tiempo de andar haciendo comprobaciones.
Un segundo problema, no menos grave,
es que las noticias nos llegan siempre teñidas de opinión. Rara vez se nos da
lo sucedido en estado puro para que pensemos. De hecho, no da tiempo de pensar.
El que nos da la noticia nos está danto también algo más que su punto de vista,
nos intenta convencer de que los protagonistas son buenos o malos o que lo
están haciendo bien o mal.
Si tenemos en cuenta que hay una
gran concentración de medios, es decir que la mayoría de las televisiones, por
ejemplo, son de los mismos dueños, la conclusión es que no recibimos noticias,
sino mensajes que tratan de convencernos. No estamos siendo informados, estamos
siendo convencidos. No escuchamos noticias, escuchamos propaganda.
¿A quién le puede extrañar que
alguien pague por las noticias en estado puro? Es la única manera de acercarnos
a la realidad tal como es, algo cada vez más raro en el mundo en que vivimos.
lunes, 27 de octubre de 2014
Corrupción
De pronto, la corrupción ha
estallado, igual que en su día estalló la burbuja inmobiliaria. De un modo muy
parecido. Todo el mundo presentía que la corrupción había engordado tanto,
estaba tan generalizada, abultaba tanto ya, que parecía imposible que siguiera
escondida, sin salir a la luz. Y no es que pareciera, es que era imposible que
siguiera escondida.
Las palabras Gürtel, Bárcenas, Noos
se han convertido en familiares y parece que se adelgazan cuando otras palabras
se superponen a ellas. Las cuentas ocultas de Pujol y su familia, las tarjetas
negras de Bankia, el recién desenterrado caso de los alcaldes de Madrid. A
estas alturas, uno empieza a preguntarse si hay algún político que haya estado
o siga en el poder, que no esté implicado en alguna trama.
Es muy evidente que toda esa
corrupción, más que una red, forma una madeja. Y que si lo estamos pasando tan
mal, no es porque nosotros hayamos vivido por encima de nuestras posibilidades.
Qué lástima. Sino porque todos esos y esas cuyos nombres afloran como
imputados, todos los que seguirán aflorando, ojalá, han estado gastando a manos
llenas, con desconsideración y, por cierto, con muy poco gusto, a nuestra
costa.
La justicia en España es lenta y
sigue enredada en el mismo entramado contra el que está luchando. Demasiados de
estos imputados, antes de caer del todo, se han llevado por delante a jueces
justos. Está bien que afloren todos estos casos, le alegran a uno por un rato
el duro día a día. Estaría mejor que los que tenemos que votar en las próximas
elecciones tomáramos nota y votásemos más con la cabeza, o por lo menos con la
cartera, que con la devoción hacia los mismos de siempre.
Pero aún estaría mejor que los que
ganen cambien de una vez las reglas del juego. Porque la corrupción puede que
sea inevitable, pero las reglas del juego son las que han permitido que hasta
la fecha la corrupción viva de rositas. Estoy seguro de que se pueden cambiar
las leyes para ponérselo infinitamente más difícil de lo que lo han tenido.
lunes, 20 de octubre de 2014
La ilusión sigue viva
Este fin de semana, Podemos ha
celebrado un congreso para constituirse como Partido, para fundarse de manera
formal.
La ilusión sigue viva. La ilusión
que ha generado entre millones de españoles de que es posible hacer las cosas
de una manera distinta a como las han venido haciendo los partidos
tradicionales ha llenado el Palacio de Vista Alegre de Madrid.
Pero los peligros que en su día
anunciamos se ciernen cada vez más.
Los medios de comunicación que
sustentan el sistema, que son casi todos, han pasado al ataque. Primero
intentaron desacreditar a los líderes de Podemos. Un intento tan burdo que lo
que hizo fue reforzarlos más que hacerles daño.
Ahora, con más tiento, hablan y no
paran sobre la división que parece existir entre el líder Pablo Iglesias y uno
de los eurodiputados, Pablo Echenique. Básicamente, Echenique considera que hay
que dejar el mando del Partido en varias personas, mientras que Iglesias propone
que haya un solo líder.
El telón de fondo del debate es más
delicado. Iglesias sostiene que el verdadero objetivo de Podemos son las
elecciones generales que decidirán la presidencia del Gobierno, y que se
celebran en noviembre del año que viene. Pero antes llegarán las autonómicas y
las municipales, en mayo. Iglesias cree que Podemos no está preparado para
presentarse con garantías a las elecciones municipales en un montón de
localidades. Es imposible controlar que se presenten oportunistas, de los que
vienen rebotados de otros partidos, incluso del PP, como sucede en Chinchilla,
y ahora se cuelgan el cartel de Podemos como si fueran demócratas y asambleístas
de toda la vida.
El problema sería que esa casta de oportunistas,
de paracaidistas como se les llama en el argot, gane en esos ayuntamientos. Y
que en unos pocos meses, los que van de mayo a noviembre, hayan desnaturalizado
y debilitado la pureza de Podemos.
Desde fuera, está claro que lo más
inteligente es evitar que eso suceda. Le doy la razón a Iglesias. Como lo más
inteligente es no mezclarse con ninguna otra fuerza, aunque sobre el papel
pueda considerarse afín. Hay que mantener entre algodones la ilusión generada,
la ilusión de romper de una vez el bipartidismo que monopoliza la democracia.
Esa ilusión en cierta manera nos pertenece a todos, incluso a los que no
estamos con Podemos.
lunes, 13 de octubre de 2014
Sentimientos que nos ciegan
Supongo que han observado cómo
funcionan las noticias. Cada semana hay un tema estrella del que todos los
medios hablan sin parar, como si no existiera otra cosa. Poco a poco el tema va
perdiendo fuerza, pero antes de que se apague del todo, aparece otro tema
estrella que lo sustituye.
Hace dos semanas eran las elecciones
catalanas. Esta última semana ha sido el ébola. Así funcionan los medios y así
nos hacen funcionar.
Son temas que despiertan sentimientos
fuertes. El de las elecciones catalanas está bien elegido porque a muchos
catalanes les cabrea que no les dejen pronunciarse y a muchos no catalanes les
cabrea que los catalanes se sientan especiales y quieran separarse. Aunque no
son tantos los que quieren separarse y hay muchos no catalanes que sabemos que
el asunto no es cosa de todos los catalanes, el cabreo está servido.
Lo del ébola era un asunto marginal
de los telediarios, hasta que lo trajeron a España. Tuvieron que traerlo dos
veces, y dar lugar a que se infectara una sanitaria para convertirlo en tema
estrella. Esta vez, el sentimiento que despierta no es cabreo, sino miedo.
También vale.
Se diría que los informativos no
pretenden tanto informar como azuzar sentimientos fuertes como el miedo y el
cabreo, sentimientos que ciegan, que cortocircuitan la reflexión sosegada.
Son cada vez más los que desconfían
de las noticias, los que buscan el gato encerrado del ébola, lo que rastrean en
internet vídeos alternativos donde nos cuentan que hay soluciones naturales
para la enfermedad o que nos confirman que hay epidemias peores y más
peligrosas de las que no se habla tanto.
Pero quienes desconfían al fin y al
cabo siguen dándole vueltas al ébola. A mí me preocupa más de qué no se habla
cuando se habla tanto de una sola cosa, que están queriendo ocultar, queriendo
tapar, que están tratando que olvidemos.
¿Se han fijado cuánto hace que no se
habla de los sobresueldos del PP, del caso Gürtel o cómo las tarjetas opacas de
Caja Madrid y Bankia ocupan mucho menos espacio en las portadas del que ocuparían
si no hubiera tanto ébola y tanto nacionalismo catalán? Y eso que nos tocan a
todos y mucho más cerca, en el bolsillo.
lunes, 23 de junio de 2014
Bajan los impuestos a los ricos
Hubo un tiempo en que temíamos la
llegada de cada nuevo viernes porque el consejo de ministros de Rajoy nos daba al
menos una mala noticia semanal, que solía coincidir con su reunión de este día.
Las malas noticias se fueron acumulando, salimos a las plazas a protestar, y
llegó un momento en que parecía que la situación iba a estabilizarse, que no
podía empeorar más. Cabía la esperanza de que al acercarse las próximas
elecciones, este gobierno del PP iba a dar alguna pincelada de cal para
congraciarse al menos con sus partidarios, una vez que ha desbaratado por
completo el estado del bienestar.
Pero no. Sigue actuando. Lo hace de
tapadillo, camuflando sus decisiones detrás de nubes de humo. Pero no por ello
sus decisiones dejan de ser terribles. La última, oculta tras el barullo por el
cambio de rey, ha sido la de bajar los impuestos. Bajar los impuestos, he aquí
una frase típica de derechas, que parece gustarle a todo el mundo. A todo el
mundo que no se pare a pensar.
Todo el mundo está de acuerdo con
que el principal problema del país es el desempleo generalizado,
desproporcionado, durísimo. La historia ha demostrado que la única salida al
problema del desempleo es que el propio Estado invierta para crear puestos de
trabajo. Y hacen falta. Hacen falta médicos, enfermeras, profesores,
funcionarios en general, y hacen falta inversiones en infraestructuras y hacen
falta inversiones en investigación. Este país necesita que el gobierno invierta
en mejorar la situación, y de paso en crear puestos de trabajo. Todo junto.
¿De dónde saldría el dinero para
esas inversiones? De los impuestos. Especialmente de los impuestos de los que
más tienen, que están pagando poco. Las empresas que más ganan vuelven a tener
beneficios importantes, mientras la mayor parte de la población sigue penando. ¿Y
qué hace el gobierno? Les baja los impuestos. Dicen que se los bajan a los que
menos ganan, pero es mentira. A los que se los bajan de verdad es a los más
ricos, a los que más tienen. Hasta 11 mil millones de euros menos se van a
dejar de ingresar. 11 mil millones que podrían destinarse a inversiones y a
crear puestos de trabajo. Impuestos directos.
¿Qué nos queda? Los indirectos, el
IVA, el impuesto sobre hidrocarburos, el impuesto sobre electricidad, los que
pagamos igual todos, los que tienen y los que no tienen. Y por eso
precisamente, los impuestos que no pueden ser progresivos, los impuestos
injustos. Es decir, que lejos de pensar en arreglar la situación, lejos de
trabajar para reducir el paro, lo que están haciendo es aumentar más todavía
las ganancias de los que más ganan. Y aún nos queda año y medio para volver a
votar. Sería bueno que al menos entonces pensáramos un poco y votáramos con la
cabeza. Que somos muchos los que estamos sufriendo este despropósito y solo
unos pocos los que se aprovechan de él. Si es que nos queda cabeza para
entonces.
lunes, 16 de junio de 2014
Las redes sociales y la educación
A raíz del asesinato de la
presidenta de la Diputación de León, hace un mes, se desató la polémica de las redes sociales.
A botepronto y sin pensar, como suele ocurrir en las redes, hubo un número
significativo de individuos que publicaron barbaridades sobre la fallecida. No
eran unas barbaridades distintas a las que se publican en las redes un día sí y
otro también, pero al estar relacionadas con la muerte violenta de una persona,
que además era una política destacada, y además del PP, repentinamente hubo un
rasgado masivo de vestiduras. Repentinamente algunos se dieron cuenta de las barbaridades
que se publican y de que esas barbaridades quedan por lo general sin castigo.
Durante varios días algunos tertulianos conservadores defendieron el regular
mediante leyes los límites de uso de las redes sociales, lo que hubiera sido
intentar resolver una barbaridad con otra mayor, casi como poner puertas al
campo.
lunes, 9 de junio de 2014
El verdadero referéndum
Los resultados de las Elecciones
Europeas y la Abdicación del Rey Juan Carlos han capitalizado todas las
informaciones no deportivas de los medios de comunicación en las últimas
semanas. Las informaciones y las tertulias. Y la crítica de las informaciones y
de las tertulias. Encender una radio o una televisión, incluso abrir un
periódico, empieza a causar una sensación de hastío. Porque la acumulación de
datos, aunque se trate de datos intrascendentes, como la descripción de la
escalera por donde subirá el nuevo rey, los colegios donde estudió, las
capitanías que acumula, forman una hojarasca de datos que colapsa el
entendimiento.
lunes, 2 de junio de 2014
La impotencia de una institución
El modo en que ha abdicado el rey
Juan Carlos es significativo. De forma inesperada, un lunes por la mañana,
después de las elecciones europeas y a través del presidente Rajoy.
Si es cierto que estaba decidido
desde enero, parece obvio que se ha estado buscando el momento más oportuno
para hacer pública la noticia. ¿Por qué este momento es más oportuno que otros
anteriores? ¿Es porque han pasado las elecciones? ¿Porque las elecciones han
deparado un varapalo para los dos partidos que han venido sosteniendo el peso
de la transición?
Como dice Alberto Garzón, la
Monarquía es la tercera pata del bipartidismo. Forma parte de una estructura
perfectamente diseñada para que todo vaya sucediéndose sin cambiar. Y ahora,
que ha empezado a temblar esa estructura, hay que introducir elementos
aparentemente nuevos, nuevas caras en los mismos partidos y en las mismas
instituciones, para que tengamos la sensación de que se renuevan.
No debemos dejarnos engañar. La
monarquía en España la restituyó Franco, un personaje que representa cualquier
cosa menos una democracia. El que Felipe pueda convertirse en jefe de Estado
sin habérselo ganado, solo por haber nacido en una familia de sangre azul, nos
remite directamente a la Edad Media.
Y no me sirve que alguien objete que
otro personaje como Aznar podría convertirse en Jefe de Estado. Si una mayoría
le vota, será un Jefe de Estado democrático, que podrá dejar de serlo en las
siguientes elecciones si la mayoría no le respalda.
Solo hace falta creer en que la
mayoría puede cambiar las cosas. Solo hace falta dejar de tener miedo a los
cambios, cuando los cambios son justos. Y eso pasa por empezar a tomar
responsabilidades. La responsabilidad de pensar. La responsabilidad de votar.
La responsabilidad de atreverse a cambiar las cosas. Porque las cosas no están
funcionando.
“La modélica transición”, con la que
nos han machacado los oídos, está apoyada en una institución medieval, la Monarquía.
Y sigue manteniendo en el poder a quienes no creen en el reparto de la riqueza,
a quienes ni siquiera admiten que después de casi un siglo se pueda enterrar en
paz a los muertos de los dos bandos de la Guerra Civil.
Hay una multitud que está dispuesta
a creer y a cambiar las cosas. Una multitud que le dijo a Cospedal el sábado en Toledo que no había nada que celebrar en el día de la Región. Una multitud,
repartida en todas las ciudades españolas, que les dijo ayer a los que tienen
que sancionar el cambio de Rey que no somos unos niños, que exigimos que se nos
consulte porque, en caso contrario, hagan lo que hagan, no estarán legitimados
por la verdadera democracia. No será con nosotros, sino a pesar de nosotros. Una
imposición más.
lunes, 26 de mayo de 2014
Un nuevo horizonte
La resaca del fin de semana nos deja
ante un horizonte esperanzador. Las intensas emociones futboleras no han
conseguido eclipsar las elecciones europeas. Casi la mitad de los ciudadanos
que podían votar, lo han hecho. Y lo han hecho en proporciones distintas a la
última llamada a las urnas de Europa. Entre PP y PSOE juntos no llegan al 50%
de los votos. A pesar de su dominio sobre las televisiones y los medios de
comunicación, el bipartidismo ha sufrido un golpe muy fuerte, digan lo que
digan sus líderes. Por el otro lado irrumpe con una fuerza enorme PODEMOS, que
se convierte en el cuarto partido, detrás de los hegemónicos y de Izquierda
Unida.
Desde la nada, en cuatro meses,
PODEMOS ha conseguido situarse en una posición de fuerza en el panorama
nacional. El mensaje de Pablo Iglesias de romper con la casta de los políticos
ha calado en una población que está harta de ver siempre a los mismos, con los
mismos discursos, turnándose para que nada cambie. Ya se habla de que en Europa
van a pactar Populares y Socialistas, para asegurar la estabilidad del sistema,
según dicen, o sea para seguir haciendo lo que dictan los poderes financieros.
Ese pacto que en España sugirió Felipe González y por el que se rasgaban las
vestiduras los líderes del PSOE, en Europa es lo normal.
En otros países, como Francia, el
castigo ha sido peor. Los que han subido han sido los xenófobos de Le Pen. En
España hemos tenido más suerte. Podemos es un partido de izquierdas. La gran
ventaja de PODEMOS es que ha irrumpido en el panorama y, a diferencia de otros
partidos de izquierda, da la sensación de no tener definido un techo máximo de
votos, de poder seguir creciendo hasta ser tan grande como los grandes.
Pero no hay que lanzar las campanas
al vuelo pensando que estos resultados pueden extrapolarse a las autonómicas y
municipales del año que viene.
En primer lugar, en esas elecciones
solo se podrá votar listas municipales en donde se hayan conformado listas. Y
la sensación es de que, en un año, no va a dar tiempo de extender adecuadamente
una red tan amplia. Se corre además el peligro de, por no ir con cuidado,
alinear a arribistas, a desertores de otras fuerzas, tan ansiosos de poder y
tan inmorales como los mismos contra quienes está luchando PODEMOS.
Además, el modo de contar los votos en
las municipales y autonómicas es diferente. Gracias a la ley electoral que
Cospedal se ha preparado a la medida, más o menos con los pocos votos que ahora
ha obtenido, volvería a revalidar la mayoría absoluta.
Por otra parte, PODEMOS ya no es una
sorpresa. Hasta ahora, como no le tenían miedo, los medios de comunicación,
casi todos controlados por el PP, le han dado cancha. Ahora no le van a dar ni
agua. Ya le he escuchado a algún tertuliano soltar, sin despeinarse, algo así
como que Pablo Iglesias militó en ETA y que es un maltratador.
Pero el mayor problema lo va a tener
con sus posibles alianzas. PODEMOS e Izquierda Unida se dirigen a un electorado
muy parecido. Se están quitando votos el uno al otro. Lo natural sería unirse.
De hecho, los líderes de ambos partidos han aludido a esa posibilidad, sin
entrar en honduras. Sin embargo, el electorado de izquierdas ha demostrado ser
extremadamente sensible y extremadamente voluble. Cualquier mínima variación en
sus expectativas supone que retirarán la confianza. Y las diferencias entre PODEMOS
e Izquierda Unida, que vistas desde fuera parecerían insignificantes, vistas
desde un votante de izquierdas pueden ser abismales.
Con lo que, quizá el mayor de todos
los problemas de PODEMOS es cómo manejarse a partir de ahora en estos espinosos
desfiladeros.
martes, 20 de mayo de 2014
Contra los mensajes subyacentes de las elecciones
Hay por aquí cerca quien se rasga
las vestiduras porque, en Radio Chinchilla, se critique el bipartidismo y sin
embargo no dice ni pío de que se celebre, en una televisión nacional, un debate
donde solo aparecen dos candidatos. Ambas cosas suceden en medio de la campaña
electoral para las elecciones del próximo domingo. Y tienen una repercusión
abismalmente distinta. En la televisión lo puede ver toda España. Radio
Chinchilla tiene un número digno, pero limitado de oyentes. Aquí no pedimos el
voto para nadie en concreto. En la televisión pasa todo lo contrario: de 39
candidaturas a las que podremos votar el domingo, solo aparecen dos, el PSOE y
el PP. Como si las demás no existieran.
En todo el debate televisivo, que estaba
cuidadosamente pactado para que nadie se saliera del guion, no se habló para
nada de Europa. Que es de lo que se trata, ¿no? Es más, la candidata del PSOE
ni siquiera tocó ni de pasada la revelación más importante de la semana: que el
juez Pablo Rus, tras investigar concienzudamente los papeles de Bárcenas,
considera probado que el PP financió sus campañas electorales de manera ilegal
y que estuvo pagando sobresueldos a sus líderes con dinero negro. O sea, que ha
estado haciendo trampas en las campañas y que ha estado engañando a Hacienda,
que somos todos.
Por supuesto es relevante que, en un
debate para las elecciones del próximo domingo, la candidata del PSOE no ataque
a su contrincante por ese flanco, sino que se limite a decir que es un
machista, que también lo ha demostrado, por otra parte. Y también es relevante
que todos los medios de comunicación, afines a uno y a otro partido, repitan
que en las elecciones del domingo va a haber una abstención récord de casi el
45%.
Los mensajes subyacentes de todo
esto son varios: no voten a ningún otro partido, que solo hay dos. Mentira, hay
treinta y nueve. Para qué molestarse, si todas las candidaturas son iguales.
Mentira, hay al menos treinta y siete que no han tenido nunca la oportunidad de
demostrar que pueden actuar de otra manera. No voten, que todo va a seguir
igual. Como va a seguir igual, sin ningún lugar a dudas, es si no votan. En
países como Uruguay y Costa Rica tienen candidatos inesperadamente normales,
inesperadamente ajenos a los partidos mayoritarios, porque los ciudadanos han
ido a votar a otros en vez de rendirse antes de tiempo.
Podemos estar indignados y podemos
estar desmoralizados. Pero eso son sentimientos. Ante los sentimientos se puede
reaccionar de muchas maneras. Pasando de las elecciones, haciendo un voto de
castigo para nadie, que es un partido que no ha ganado ni ganará nunca, o
votando a cualquier otro, a ver qué pasa. En principio, pasará que se rasgarán las
vestiduras los que ven normal que solo parezca que existen dos partidos.
martes, 13 de mayo de 2014
Hay vida más allá del bipartidismo
Estamos ya en campaña electoral para
las elecciones del domingo 25 de mayo. Solo faltan dos semanas para que se
abran las urnas. Y cualquiera lo diría. En esta campaña de baja intensidad, hay
apariencias que pueden engañarnos.
Primero parece que no nos jugamos
nada. Mentira. Cada vez más dependemos de las ordenanzas europeas, que deciden
en cosas tan trascendentales como si nos apretamos más el cinturón o nos lo
dejamos de apretar.
Segundo, parece que solo tendremos
que decidir entre dos partidos. Solo hay dos candidatos que salen en todos los
medios. De los demás se habla poco, como de pasada, se habla mal o directamente
no se habla. La realidad, que a algunos puede sorprenderles mucho, es que el
día 25, cuando recojamos las papeletas, veremos que tenemos que elegir entre 39
candidaturas. Que se dice pronto. 39.
Algunos de esos 39 partidos, están
coordinados con otros partidos europeos, de tal manera que el candidato que
figura en la lista europea, en caso de recibir la mayoría de votos, no va a ser
el candidato de ese partido a la Presidencia de la Comisión Europea.
Por ejemplo, los votos de PP y del
Vox respaldan a Jean Claude Juncker, un luxemburgués que lleva ocho años
presidiendo el eurogrupo. El eurogrupo es extraoficialmente el ministerio de
economía de la eurozona. Osea, que Juncker, el candidato del PP, lleva ocho
años presidiendo las políticas que nos tienen hasta el cuello.
Los votos del PSOE apoyan la
candidatura de Martin Schulz, un alemán, el actual presidente del Parlamento
europeo, por cierto no solo gracias a los votos socialistas, sino gracias
también a los votos Populares. Sí los del PP de Europa.
Las candidaturas de Izquierda Plural
y de Podemos respaldarían al griego Alixis Tsipras, líder de Syriza, el partido
de la izquierda griega, crecido a raíz de la crisis económica del país heleno.
Los Partidos Nacionalistas y
Ciudatans promueven a Guy Verhofstadt, un belga de la parte flamenca, defensor
de la dictadura de los mercados.
Primavera Europea, los Verdes y
Lésquerra están detrás de dos candidatos: la jovencísima alemana Ska Kener y el
francés José Bové.
Lo mismo pasa con la Confederación
Piratas, que promueve a la presidencia a los suecos Ameia Andersdotter y Peter
Sunde.
El resto de los 39 partidos que
aparecerán en nuestra papeleta de voto no aspiran a la presidencia de la
Comisión Europea. No se han agrupado con ningún otro partido europeo. ¿Qué
pasaría si alguno sale elegido? Que se encontraría trabajando como no adscrito
en la Comisión, por su cuenta. Llama la atención que ese grupo esté la UPYD.
Lo que está claro es que ningún
escaño se va a quedar sin ocupar. El que no vote, consiente que la mayoría
elegida ocupe más escaños. Y ya se está viendo que, si se confirma que muchos
van a abstenerse en España, el PP puede ganar con solo el 13% de los votos. Con
la décima parte. Uno de cada diez.
Hemos escuchado y sabemos lo que
dicen los dos partidos mayoritarios. Pero sobre todo, también sabemos y estamos
sufriendo lo que hacen. Tanto Juncker como Shulz llevan años gobernando Europa.
Creo que es hora de que probemos con otros. El día 25, está en nuestras manos
que haya vida más allá del bipartidismo.
martes, 6 de mayo de 2014
Demostrado, el fracking es perjudicial para la salud
El pasado día 22 de abril, un
tribunal de Estados Unidos condenó a la industria petrolera Aroba Petróleum a indemnizar a una
familia por enfermarlos con la práctica del fracking. Es la primera
vez que se reconoce judicialmente que el fracking es perjudicial para la salud.
El fracking, también conocido como
fractura eléctrica, consiste en sacar gas de rocas situadas en el subsuelo. Para
ello se bombardean las rocas con agua a presión para romperlas y extraer el
gas, que luego se envía a la superficie. Pero no se bombardea solo con agua.
Disueltas en ella hay arena y un cóctel de sustancias químicas que la petrolera
no tiene por qué revelar, porque se considera secreto industrial.
Hay que recordar que el actual
ministro de Energía, José Manuel Soria, se ha declarado ferviente partidario
del fracking. De hecho ha permitido varias decenas de estudios para buscar gas
en el subsuelo mediante este método. Uno de ellos, muy cerca de nosotros, en la
provincia de Albacete, en la comarca de Montiel.
En la Comunidad Europea, a cuyos
responsables vamos a elegir en pocas semanas, se lavan las manos. Hay países
como Polonia y el Reino Unido, que defienden el fracking. Y hay otros que lo
prohíben, como Francia y Bulgaria. Para no reñir, la Comunidad ha dictado unas
recomendaciones tan inconcretas que cada cual las interpreta como quiere.
Desde que se ha popularizado en
Estados Unidos, los expertos en salud han denunciado que el fracking es malo
para los ciudadanos en varios frentes. El gasto de agua para bombardear la roca
es el menor de ellos. También puede ocasionar terremotos y contaminar los
acuíferos. No olvidemos que bajo la superficie de la provincia hay un gran
acuífero que compartimos y que en Montiel están las Lagunas de Ruidera.
Pero es la primera vez que se ha
reconocido que las sustancias que se disuelven en el agua son peligrosas para
la salud. La familia de Texas a la que la petrolera tiene que indemnizar,
sufría migrañas, vómitos, sarpullidos, hemorragias y fiebres. De hecho tuvo
mudarse a otro lugar. Entre esas sustancias se ha detectado benceno, y hasta
otros doce elementos que producen, entre otras cosas infertilidad y cáncer.
Y todo para extraer un gas que es
tan escaso como el mismo petróleo. Teniendo como tenemos todo el sol y todo el
viento que queramos para producir energía, quién entiende que la actual ley de
energía penalice a quienes los usan y siga buscando maneras de complicarnos la
vida. Solo hay una explicación posible: las petroleras ganan más dinero
quemando petróleo y gas. Y los que las favorecen desde los gobiernos también,
claro.
martes, 22 de abril de 2014
¿El CIS arrima el ascua a su sardina?
Más que nunca, tenemos toda la
información a nuestro alcance. Pero es tanta, que no da abasto uno a leerla
toda. Menos aún a asimilarla y sacar conclusiones. Por eso son útiles los blogs
que, además de aportar información, ayudan a analizarla. El blog Nada es Gratis analiza las encuestas del
CIS y la intención de voto en España.
El CIS es el Instituto de
Investigaciones Sociológicas. Continuamente está realizando encuestas sobre
asuntos de interés público. Depende del Ministerio de la Presidencia, lo que
quiere decir que lo gestiona directamente el Gobierno de España. El gobierno de
turno. Y, por cierto, es el propio gobierno el que decide qué criterios se
aplican a la hora de calcular las estimaciones. Porque las encuestas no son
sagradas ni infalibles ni se hacen solas. Hay que decidir qué se pregunta y
cómo se pregunta. Además, se pregunta solo a una parte pequeña de la población,
por lo que hay que decidir de qué manera se hacen extensivos los resultados a
toda la población.
Una de las cosas sobre la que más
encuesta el CIS es sobre lo que van a votar los españoles. Lo que votarían en
cada momento. En el último barómetro, en enero, el 22,5% de los encuestados
dijeron que votarían o al PP o al PSOE. Es decir que, juntos, suman menos de la
cuarta parte de los votos posibles. El conjunto de los demás partidos sumarían
casi lo mismo, un 21%. Es decir, prácticamente empatan los dos partidos y el
resto. De cada tres encuestados, uno no votaría. Pero hay otra cuarta parte que
tienen sus dudas, que no saben o no contestan. Estos son los indecisos.
El CIS siempre hace una corrección
pensando que algunos indecisos van a terminar decantándose por uno u otro
partido. ¿Cuántos indecisos dejarán de serlo? Es un cálculo que al final queda
en manos del que hace la encuesta, o sea, el Gobierno de turno.
Pues bien, en esta ocasión, aunque
los encuestados dan un empate técnico entre el bipartidismo y el resto de
partidos, a la hora de cocinar la encuesta, el CIS calcula que 2 de cada 3
españoles que voten lo harán por uno de los grandes, mientras que solo 1 votará
a los pequeños. En definitiva, que de un empate, pasamos a una victoria, no ya del
bipartidismo, sino de cada uno de los dos partidos.
Esto es lo que dicen el CIS, que no
explica los criterios que ha seguido. ¿Acierta? Empezaremos a saberlo dentro de
un mes, el 25 de mayo, que tenemos elecciones europeas.
domingo, 23 de marzo de 2014
Aprendiendo a contar de nuevo
En pocas semanas, los dos periódicos
más leídos de España, que todavía se editan en papel, han cambiado de director.
El País y El Mundo. El Mundo ha depuesto a su fundador, Pedro J. Ramírez. El
País ha salido al paso de la crisis económica que sufre.
A nadie que esté dispuesto a sumar
dos y dos se le escapa que la coincidencia en este cambio es más que
sospechosa. Sospechosa porque las casualidades no existen. Sospechosa porque,
si algo ha caracterizado al gobierno de Rajoy desde que subió al poder, es el
afán por asegurarse el control absoluto de la información que llega a los
ciudadanos. La desaparición de cabeceras como El Público o como La Verdad en
Albacete obedece solo aparentemente a la crisis. Todos sabemos que los
periódicos viven de la publicidad, y todos sabemos también que, cuando las
grandes empresas dejan de publicitarse, la publicidad institucional es el
último recurso. Y las instituciones del PP se reservan el derecho a sostener a
los medios que dicen lo que ellos quieren que se diga. Por eso sobreviven
periódicos que no se venden, se regalan, mientras que lo pasan muy mal los que
sí que se venden, precisamente porque cuentan lo pasa, en vez de lo que el
gobierno quiere que se cuente.
El cambio brusco de directores en El
Mundo y El País ha supuesto también un cambio importante en cómo cuentan las cosas.
Para ejemplo, basta observar lo que pasó con la macro-manifestación del sábado
en Madrid. El Mundo directamente bajó la noticia de la cabecera y antepuso el
número de heridos y detenidos al número de manifestantes. Anteponer el número
heridos en un suceso que ocurrió al terminar la manifestación, por la acción de
un puñado de exaltados, y citando solo los heridos de la policía, es quitar
importancia a que lo que allí se produjo es la manifestación más numerosa de la
democracia. Que pedía la dimisión del Gobierno. Es decir, una estrategia
favorable al Gobierno.
Lo de El País es todavía más
desasosegador, pues siempre había sido un medio de referencia. En la portada
del domingo, cifró en 50 mil personas el número de manifestantes. Para contar
50 mil personas entre Atocha y la Plaza de Colón, sin un hueco, abarrotadas, y
con manifestantes llegando desde las calles aledañas, hay que ser mal cubero.
No digo que fueran dos millones y medio como exageran los organizadores. Pero
50 mil personas son la mitad de las que caben en el Santiago Bernabeu lleno. Y
allí había bastantes más.
Hay que ir tomando conciencia. Ya no
nos podemos fiar ni de las televisiones ni de los periódicos más prestigiosos.
Solo podemos creer lo que veamos con nuestros propios ojos. Y lo que seamos
capaces de deducir, pensando. Hay que estar para conocer. Hay que pensar para
saber.
lunes, 10 de marzo de 2014
Representantes lejanos
Recientemente, la presidenta
regional Dolores Cospedal trajo a la princesa Leticia de visita a Albacete.
Entre otros lugares, se acercaron a la Universidad Laboral. Resultaba
intrigante preguntarse: Qué hace la presidenta de Castilla-La Mancha con la
nuera de los Reyes de España? ¿Qué hacen precisamente en Albacete? ¿Qué hacen
visitando un centro educativo de una de las autonomías que más recortes han
sufrido en la Educación Pública, hasta el punto de que prácticamente ha quedado
devastada?
Los medios informativos dijeron que
se trataba de una reunión de trabajo sobre la Formación Profesional dual. La
educación profesional dual es uno de esos inventos que quieren aparentar más de
lo que son. Básicamente, que mientras uno trabaja en una empresa, puede sacarse
un título académico. Ahora que casi nadie trabaja porque no hay trabajo. ¿Y
además, Cospedal y la princesa qué atribuciones tienen en la educación en
general y en la Formación Profesional en concreto?
El caso es que, por si alguien
quería indagar más, ya se encargaron las dos damas de mantener una distancia
sideral con los ciudadanos. Las dependencias de la Universidad Laboral que no
formaban parte de la visita fueron desalojadas. En algunos lugares se dieron
instrucciones de que el personal no se acercase a saludar. Los descontentos que
vinieron con pancartas a abuchear a la Cospedal fueron retenidos a un kilómetro
de distancia, detrás de vallas y policía y guardaespaldas, como si estuviéramos
en el Líbano o Siria y hubiera peligro de atentado en coche bomba.
Ambas damas parecen haber olvidado
que son personajes públicos y que se deben a la ciudadanía. Una porque está ahí
porque fue elegida en las urnas. Es decir, es una ciudadana más, en labores
ejecutivas durante cuatro años. La otra porque forma parte de una institución,
la casa Real, que emana igualmente del pueblo. Las dos cobran del pueblo. Y sin
embargo, se comportaron como dos cortesanas inaccesibles, que taconeaban sobre
una nube elevada sobre Albacete, sobre Toledo, sobre el planeta Tierra. En
Ávalon o en el Olimpo, lejos de los mortales a quienes en teoría representan.
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