El pasado día 22 de abril, un
tribunal de Estados Unidos condenó a la industria petrolera Aroba Petróleum a indemnizar a una
familia por enfermarlos con la práctica del fracking. Es la primera
vez que se reconoce judicialmente que el fracking es perjudicial para la salud.
El fracking, también conocido como
fractura eléctrica, consiste en sacar gas de rocas situadas en el subsuelo. Para
ello se bombardean las rocas con agua a presión para romperlas y extraer el
gas, que luego se envía a la superficie. Pero no se bombardea solo con agua.
Disueltas en ella hay arena y un cóctel de sustancias químicas que la petrolera
no tiene por qué revelar, porque se considera secreto industrial.
Hay que recordar que el actual
ministro de Energía, José Manuel Soria, se ha declarado ferviente partidario
del fracking. De hecho ha permitido varias decenas de estudios para buscar gas
en el subsuelo mediante este método. Uno de ellos, muy cerca de nosotros, en la
provincia de Albacete, en la comarca de Montiel.
En la Comunidad Europea, a cuyos
responsables vamos a elegir en pocas semanas, se lavan las manos. Hay países
como Polonia y el Reino Unido, que defienden el fracking. Y hay otros que lo
prohíben, como Francia y Bulgaria. Para no reñir, la Comunidad ha dictado unas
recomendaciones tan inconcretas que cada cual las interpreta como quiere.
Desde que se ha popularizado en
Estados Unidos, los expertos en salud han denunciado que el fracking es malo
para los ciudadanos en varios frentes. El gasto de agua para bombardear la roca
es el menor de ellos. También puede ocasionar terremotos y contaminar los
acuíferos. No olvidemos que bajo la superficie de la provincia hay un gran
acuífero que compartimos y que en Montiel están las Lagunas de Ruidera.
Pero es la primera vez que se ha
reconocido que las sustancias que se disuelven en el agua son peligrosas para
la salud. La familia de Texas a la que la petrolera tiene que indemnizar,
sufría migrañas, vómitos, sarpullidos, hemorragias y fiebres. De hecho tuvo
mudarse a otro lugar. Entre esas sustancias se ha detectado benceno, y hasta
otros doce elementos que producen, entre otras cosas infertilidad y cáncer.
Y todo para extraer un gas que es
tan escaso como el mismo petróleo. Teniendo como tenemos todo el sol y todo el
viento que queramos para producir energía, quién entiende que la actual ley de
energía penalice a quienes los usan y siga buscando maneras de complicarnos la
vida. Solo hay una explicación posible: las petroleras ganan más dinero
quemando petróleo y gas. Y los que las favorecen desde los gobiernos también,
claro.