sábado, 22 de febrero de 2014

El recibo que electrocuta



La experiencia es la madre de la ciencia. Debemos aprender de lo vivido. ¿Qué sabemos del recibo de la luz? Que no ha bajado nunca, salvo para volver a subir. Que no ha dejado de subir desde que tenemos memoria. También sabemos que la electricidad, que es una materia estratégica, que debería ser de todos, como el agua, como la sanidad o la educación, está privatizada. Y no hace tanto de ello. La privatización de Endesa empezó en 1988 y fue culminada en 1997. Curiosamente, dos de los presidentes del gobierno que llevaron a cabo la privatización han sido contratados por las eléctricas como asesores o consejeros. Felipe González y Aznar. No sabemos muy bien asesores y consejeros de qué. Pero sí sabemos que los sueldos son de entre 150 y 200 mil euros anuales. También sabemos que todos los intentos de favorecer a los que no pueden pagar el recibo, como el bono social o la tregua invernal, han sido rechazados por las mayorías gobernantes. Y que somos nosotros, los ciudadanos de a pie, en nuestros recibos de la luz, los que estamos soportando ese peso. ¿Cómo? Solo la mitad de lo que pagamos corresponde a la energía que hemos gastado. Sabemos además que, con estos mimbres, las eléctricas están ganando más de 50 mil millones de euros anuales. Y, sin pedirnos permiso, a tenazón, nos han puesto contadores electrónicos, que nos irradian de ondas electromagnéticas, para que no nos escapemos. Sabiendo todo esto, ¿podemos esperar que los tan cacareados cambios en las tarifas nos beneficien a los consumidores? Está claro que no. ¿Tenemos entonces que resignarnos a que nos sigan explotando? Tampoco. La misma experiencia nos demuestra que en Madrid, los ciudadanos le han ganado la partida a la privatización de la sanidad. La experiencia nos demuestra que, cuando estamos unidos, tenemos un método y nos mostramos firmes, podemos recuperar nuestros derechos. Solo hace falta ponerse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario