lunes, 30 de marzo de 2015

Un Pósito recuperado para Chinchilla

Dentro de los actos relacionados con la Semana Santa de Chinchilla, el domingo 22 de marzo se inauguró una exposición de pasos infantiles organizada por la Junta de Cofradías. Es muy gratificante comprobar cómo el Antiguo Club de Jubilados, que estaba abandonado, ha ido ganando importancia en la ciudad.
Es un recio edificio renacentista, de mediados del siglo XVI. Lo primero que hicimos, cuando llegamos al gobierno municipal, es adecentarlo para trasladar al Pósito la Oficina de Turismo, que estaba escondida en el sótano del Ayuntamiento.
A continuación lo convertimos en un centro de exposiciones temporales, para potenciar el flujo de visitantes. Nos interesa que vengan turistas, pero también que los chinchillanos puedan disfrutarlo y valorarlo.
Así, se han podido ver exposiciones de grabados antiguos, de fotografías y de pintura, y hasta un concierto, antes de la muy interesante muestra de pasos infantiles de Semana Santa que puede visitarse durante estos días.
Para mediados de abril, está prevista una exposición de esculturas de piedra de Francisco Carrión. Y después, en colaboración con el Museo Arqueológico provincial de Albacete, y su directora Rubí Sanz Gamo, se preparará una exposición permanente dedicada al castillo de Chinchilla y a los objetos que se han encontrado en las últimas excavaciones. Un centro de interpretación del castillo que la propia Rubí Sanz, generosamente, nos está ayudando a diseñar.
Parece que fue ayer. Solo han pasado dos años desde que el Pósito estaba cerrado, olvidado y sin  un destino claro. Hoy es una de las piedras maestras sobre las que sustentamos el futuro turístico de la ciudad. No la única, claro. Ahí están el Claustro, convertido en un Centro Cultural. Y están Las Tercias, que pronto podrán abrirse y acoger distintos actos.

Creemos que este, que estamos apuntando, es el camino, y nos sentimos orgullosos de ver qué bien que luce la exposición de pasos infantiles de Semana Santa en un edificio que hemos rescatado del olvido para los chinchillanos y su inquietud cultural.

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