Aún faltan tres meses para las elecciones en los
ayuntamientos y en casi todas las Comunidades Autónomas, entre ellas la
nuestra. Faltan tres meses, pero eso es poco tiempo para los que tienen prisa. Y
la prisa nos aleja de la realidad.
Sería un buen momento para ponernos de acuerdo sobre
el modelo de municipio que queremos y sobre cómo nos gustaría funcionar. Pero
eso queda fuera del debate. No se discute por si conviene ahorrar en luz, sino
por si las farolas son más o menos amarillas. No se discute por cómo profundizar
en nuevos recursos de empleo, como el turismo, sino si la plaza es para los
coches o para las personas. No se discute sobre cómo pueden los ciudadanos
participar más directamente en las decisiones del ayuntamiento, sino sobre que
la Virgen sea la alcaldesa.
Algunos políticos insultan, mienten y desacreditan a
los demás pensando que así arriman el ascua a su sardina, pero en realidad lo
que hacen es alejarnos a todos de la realidad. Insultan y mienten porque
conciben la política como lucha por el poder. Lo de menos es qué harán luego
con el poder, si es que consiguen hacerse con él.
Después de 40 años de esto que llamamos democracia,
todavía no sabemos cómo comportarnos. Los que antes de Franco ya tenían el
poder siguen gobernando como si los ciudadanos fueran niños sin opinión propia.
Los que siempre estuvieron en la oposición siguen creyendo que la política es
discutir, incluso a los tuyos mismos, en vez de echar una mano cuando tienen la
oportunidad de gobernar.
¿Se puede cambiar esto? Yo creo que sí. Entre todos.
Con tiempo, paciencia y constancia. Educar en democracia es enseñar y aprender
a centrarse en los problemas y no en atacar a las personas, en buscar juntos
las soluciones en vez de discutir sobre el sexo de los ángeles. En comprender
que la administración es lenta, que no existen las varitas mágicas. Que las
personas, todas, se equivocan. Que el más válido, o la más válida, es quien
sabe escuchar, evaluar lo que ha hecho, y hasta rectificar si fuera necesario. Si
no vivimos en la realidad, ¿cómo vamos a cambiar los problemas reales que
tenemos?
Participación, transparencia....
ResponderEliminarPor favor, hablar de algo que no se ha defendido.
¿Como lo llamarías?