martes, 24 de febrero de 2015

Inmersos en la irrealidad de la precampaña

Aún faltan tres meses para las elecciones en los ayuntamientos y en casi todas las Comunidades Autónomas, entre ellas la nuestra. Faltan tres meses, pero eso es poco tiempo para los que tienen prisa. Y la prisa nos aleja de la realidad.
Sería un buen momento para ponernos de acuerdo sobre el modelo de municipio que queremos y sobre cómo nos gustaría funcionar. Pero eso queda fuera del debate. No se discute por si conviene ahorrar en luz, sino por si las farolas son más o menos amarillas. No se discute por cómo profundizar en nuevos recursos de empleo, como el turismo, sino si la plaza es para los coches o para las personas. No se discute sobre cómo pueden los ciudadanos participar más directamente en las decisiones del ayuntamiento, sino sobre que la Virgen sea la alcaldesa.
Algunos políticos insultan, mienten y desacreditan a los demás pensando que así arriman el ascua a su sardina, pero en realidad lo que hacen es alejarnos a todos de la realidad. Insultan y mienten porque conciben la política como lucha por el poder. Lo de menos es qué harán luego con el poder, si es que consiguen hacerse con él.
Después de 40 años de esto que llamamos democracia, todavía no sabemos cómo comportarnos. Los que antes de Franco ya tenían el poder siguen gobernando como si los ciudadanos fueran niños sin opinión propia. Los que siempre estuvieron en la oposición siguen creyendo que la política es discutir, incluso a los tuyos mismos, en vez de echar una mano cuando tienen la oportunidad de gobernar.

¿Se puede cambiar esto? Yo creo que sí. Entre todos. Con tiempo, paciencia y constancia. Educar en democracia es enseñar y aprender a centrarse en los problemas y no en atacar a las personas, en buscar juntos las soluciones en vez de discutir sobre el sexo de los ángeles. En comprender que la administración es lenta, que no existen las varitas mágicas. Que las personas, todas, se equivocan. Que el más válido, o la más válida, es quien sabe escuchar, evaluar lo que ha hecho, y hasta rectificar si fuera necesario. Si no vivimos en la realidad, ¿cómo vamos a cambiar los problemas reales que tenemos?

1 comentario:

  1. Participación, transparencia....
    Por favor, hablar de algo que no se ha defendido.
    ¿Como lo llamarías?

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